Nuestro Padre celestial.
- Gerry Acuña
- 9 jun 2017
- 2 Min. de lectura
Lucas 15:11-32
Dicen que nadie nace sabiendo ser padre, pero la palabra de Dios nos da un buen ejemplo para serlo, sea que seas padre o no, es muy importante aprender lo que Dios nos dice en su palabra sobre la paternidad. Jesús usa una parábola para que sus discípulos puedan comprender la clase de padre que tienen, un padre diferente y del cual todos podemos aprender.
Nuestro padre celestial es misericordioso y la misericordia no sirve de nada si no se ponen manos a la obra, el corazón del padre fue movido a misericordia, es decir, no se quedó parado viendo la necesidad de su hijo, corrió, lo abrazo y lo beso. Nuestro padre celestial es un Padre cercano, Él no está lejos, Él quiere abrazarnos y besarnos, quizá para muchos sea difícil de entender, porque muchos no tuvieron un padre en la tierra con el cual pudiesen tener esta experiencia, si no tuviste un padre que expresara su amor por ti te invito a experimentarlo en Dios y a romper con esa cadena de dureza, se un padre amoroso y expresivo con tus hijos.
Nuestro padre celestial también tiene un compromiso de sustento con nosotros, le dio un anillo a su hijo, lo vistió, lo calzó y lo alimentó; a pesar de las fallas de sus hijos, Dios sigue siendo fiel y nos sostiene, no porque lo merezcamos o porque nos lo hayamos ganado trabajando, sino que verdaderamente el cumple con su compromiso de tener cuidado de nosotros.
Nuestro padre celestial es misericordioso y no nos da lo que merecemos, pero eso no quiere decir que sea solapador con nosotros, el hijo prodigo había tenido su castigo, consecuencia de su pecado y de sus propias decisiones y eso le bastaba al Padre, pero también el hijo mayor actuó con soberbia y envidia, pero las palabras del Padre siguen siendo amorosas y tiernas, el Padre no hace uso de su autoridad de padre para callar a su hijo, tampoco lo ofende o lo humilla, el Padre celestial corrige al hijo mayor dándole buenos argumentos, !qué necesidad tan tremenda tenemos de padres que sepan corregir a sus hijos con buenos argumentos! Esto implica preparación y mucha paciencia.
Nuestro padre celestial es paciente, no pierde la cabeza ante la provocación del hijo mayor y tampoco parece haberse olvidado de su hijo menor, de hecho, el Padre ve desde lejos a su hijo como si estuviese esperándolo, puedo imaginar a ese padre amoroso levantando la vista cada día desde que su hijo se fue de casa, esperando paciente mente su regreso hasta que finalmente sucedió, no pierdas la paciencia con tus hijos, ora por ellos, corrígelos, edúcalos y si alguno pierde accidentalmente el camino, espera en Dios, se paciente y espera su regreso.
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